Unos delincuentes han destrozado y derribado el cruceiro de la plaza de Benavente de Madrid. Era un regalo de Galicia a la capital de España y en el que ahora solo queda el pedestal.
El eurodiputado de Vox, Javier Buxadé ha condenado este acto señalando que “el odio anticristiano se extiende por las calles de España. ¿Qué opina de esto el bárbaro Javier Pérez Royo? El cruceiro gallego de la Plaza Benavente de Madrid derribado”. “No es vandalismo, es odio religioso”, ha sentenciado.
Sin duda, y por desgracia, se vuelve a comprobar lo fácil y barato que es atacar el cristianismo.